lunes, 20 de noviembre de 2017

La gusanita artista
Un cuento para enseñar


Erase una vez y mentira no es, iba aquella gusanita muy campante hacia su primera clase de arte, para ella ese día iba a ser el más feliz, incluso más que una lombriz, ella quería ser una gran artista y colocar sus obras a la vista, Angelita la gusanita esto anhelaba, pues lo quería con toda su alma, dibujaba y dibujaba y nunca se cansaba, a millas se notaba que el arte le encantaba, su talento era increíble, pues, ella pintaba todo lo que su mente imaginara, pero lamentablemente no todo es perfecto pues  hay algo que contar al respecto, aquí amiguitos míos comienza una historia que a Angelita le dejará  una enseñanza notoria. Luces, pinceles, acción, comencemos con la narración.



Angélica Roberta era una muy amable y tierna gusanita que vivía junto a sus padres en una aldea llamada gusanía , ella era muy feliz allí, iba a la escuela todos los días y jugaba con sus amigos quienes la apreciaba y la querían, en esa aldea reinaba el compañerismo, cordialidad y amor, pues cada uno de los gusanitos que allí habitaban sabían lo  importante que era la colaboración, y ayudarse entre sí, sobre todo en las tareas pesadas que ejercían dichos gusanos como por ejemplo: Cargar las pesadas siembras de mangos y mandarinas para acomodar los mercados de comida, ayudar a la construcción de nuevas casas y mantener aquella pequeña aldea  muy bonita y acomodada.
Angelita desde  muy pequeña supo que era lo que le apasionaba, esto era, el arte, el arte y mándalas, Angelita amaba pintar y colorear, pues en eso se la pasaba todo el día, tanto así que hasta sus tiempos libres de recreo en pintar se le iban, porque le encantaba crear nuevos mundos y dejar volar su imaginación, con tan solo pinceles y mucha pasión.

Los padres de Angelita la querían y amaban mucho, su papá era excelente carpintero y alfarero, su nombre era Emilio, y su  mamá Raquel se llamaba y a ella solo cocinar le encantaba, los dos trabajaban en la aldea gusanía y día a día se esmeraban pues cada uno su trabajo amaba.

Un día normal, como cualquier otro el gusano Emilio, padre de Angélica recibió una llamada de la gran ciudad, era un empresario dueño de una prestigiosa carpintería que contratar al padre de la gusanita Angelita quería.
El gusano Emilio se emocionó mucho, pues dicho empresario le ofreció mudarse a la gran ciudad, Insectopia, esta era la ciudad más grande del mundo animal, habían grandes carros, insectos de todas las especies y tamaños, y edificios muchos, muchos ,demasiados.


Emilio de inmediato se quiso ir, pero primero tenía que consultarlo con su esposa e hija pues tomar dicha decisión  fácil  no seria, y necesitaba de mucha sabiduría.
Al día siguiente Emilio habló  con su familia:
-        Hija, esposa tengo algo que contarles
Angélica pregunta:
-        ¿Qué será? Padre
Raquel preocupada exclama:
-        ¿¡¿es algo grave?!?
Emilio responde:
       -¡No! Para nada de hecho es algo muy bueno y genial, puede que dentro de unos pocos días nos mudemos a Insectopia, ya que me ofrecieron un trabajo abundancial.
Raquel entusiasmada responde inmediatamente que sí.
Pero Angélica preocupada expresa:
-        Entonces, ¿a mis amigos tendré que dejar?
Emilio, su padre la abraza y le dice:
-        Solo por un tiempo hijita pero de la gran ciudad tu podrás disfrutar, a parte en Insectopia hay muchas escuelas de arte, ¿no te gustaría en algunas de esas escuelas poder estudiar?
Angélica emocionada responde:
-        Si  papá, seria increíble, ¡y así mi arte podré  mostrar!
Raquel la gusana habla:
-        Claro hijita, ¡esa es una ciudad gigante y allí de seguro encontrarás muchísimo para inspirarte!

Ese momento  fue muy feliz para Angelita, contó cada día como en cuenta regresiva hasta la hora de su partida.

Llegó  la hora de partir y Angelita  fue la primera en el auto, ese era el día más esperado, en todo el camino ni siquiera durmió, pues su emoción hasta el sueño le consumió, ella solo esperaba llegar y poder conocer aquella gran ciudad, con grandes calles y edificios , ¡oh! Que delirio.

Y por fin llegó  el primer día de escuela, en la escuela de arte Angelita iba a estudiar, fue con mucha felicidad, felicidad por demás, también llevaba pinceles y pinturas para pintar muchas esculturas.
Angelita llegó y en su asiento se sentó, quiso hacer amigos pero todos la ignoraban, nadie a Angelita saludaba, su mano a los animalitos extendió más respuesta no halló.
Angelita voces atrás oyó murmurar, hablaban sobre el barro que a su pie había manchado, ella mal se sintió, pero igual no le quito la emoción.
Ahora entra al salón el profesor Pinfón, un escarabajo un  tanto gruñón, al ver a dicha gusanita su nombre le preguntó.
-        Angélica Roberta  - nerviosa respondió.

El  profesor su clase explicó, dio los buenos días y luego se despidió, en la hora de almuerzo Angelita fue a comer, cuando de repente algo comenzó a acontecer, todos  se pusieron de pie, pues venían la abeja Renata, Ela la mariposa y Romina la hormiga, porque a la gusana nueva quisieron conocer.

He aquí amiguitos míos, donde todo se torna mal, pues Romina de Angélica se comenzó a burlar, Angélica era diferente a ella, porque no tenía la misma apariencia.
-        Ja,ja,ja, ¡que fea eres! Solo mira cómo te arrastras, de seguro tienes garrapatas.
Exclamó  Romina burlándose.
En ese momento Angelita contuvo su llanto, pues no quería que toda la escuela la viera llorando, así que lo único que  hizo fue ir al baño para secar sus lágrimas en el  lavamanos.

Angelita se preguntaba a  sí  misma, ¿por qué de mí se ríen? ¿Será que soy tan fea como dicen?
-        No para nada, tu eres muy hermosa
Replicó  una voz que salió de la brumosa.
Angelita se asustó, pues dicha voz , no supo de donde salió.
-        Tranquila, Angélica, soy Isidora la mariquita, solo quiero ser tu buena amiga, debido a mi figura romina también me tomó  de burla, ella solo juzga y critica como si fuera periodista.
-        Hola Isidora, gracias por tu apoyo, de conocerte tengo mucha suerte.
-        Yo también Angélica, espero podamos ser amigas, y sin dudas, no hagas caso de lo que Romina diga.
-        Lo tomaré  en cuenta, gracias por tu consejo, pero sin duda alguna se me hace difícil mirarme al espejo.

Angélica la gusanita muy triste estaba, ésta  linda amiga se sentía devastada, solo fue a casa a comer y descansar para al siguiente día preparada estar, a sus padres nada comentó, pues ella misma importancia no le dio.
Al día siguiente se encontró con su amiga, su buena amiga Isidora la mariquita entre las dos se pusieron a pintar, colorear y disfrutar, Angelita una pared vio vacía y pensó que era buena idea darle alegría, así que junto a  Isidora se inspiró  y esa pared muy hermosa le quedó, estaba llena de color, de arte y mucho amor.

Romina al ver esto  se dio cuenta del gran talento, que Angelita la gusanita tenía , lo que a la hormiga le causó muchísima envidia, así que sin pensar a la oficina del director la fue a acusar, por aquella pared vacía ponerse a pintar.
El director al ver lo que Angelita pintó , impactado se quedó, pues en su mente no cabía que dicha gusanita eso pintaría, el quedó  fascinado con su arte pues era tan bueno que parecía de Marte y de inmediato la felicitó incluso hasta unos pinceles le regaló.
Romina esto para nada le agradó, pues su plan en un desastre se convirtió.
 - A Angélica no regañaron sino mas bien premiaron, eso ni siquiera a mi me ha pasado y con lo buena artista que soy al menos eso merezco, no puede ser que me hayan quitado mi puesto.
Replicó muy molesta Romina la hormiga.


Al día siguiente el profesor Pinfón, una actividad asignó, esto era un festival de arte del cual se elegiría un ganador, Angelita estaba emocionada pues pensó que ganar podría y que con mucho esfuerzo sin duda lo lograría.
Luego de la clase Romina no dudó en insultar y a Angelita tratar de desmotivar, diciéndole que jamás podría ganar, pues su talento no era suficiente y no impresionaría a la gente.
Angelita se sintió mal y ni ganas le de dieron de participar, pero con su buena amiga la Mariquita se puso a conversar.
   Isidora le dijo:
- Nunca amiga dejes de por tus sueños luchar y no hagas caso de lo que digan los demás.
- Gracias Isi te quiero mucho, te prometo que por mis sueños lucharé y nunca me rendiré.
No obstante Angélica se sentía un poco deprimida, pues le daba miedo hacerlo todo mal y que Romina se burlara de ella de forma abismal.
Y fue así como pasaron los días y mientras Angelita en su obra trabajaba Romina hacia cualquier cosa para desmotivarla, esto a la gusanita afectaba pero ni a sus padres comentó  nada,  amiguitos míos hacer eso estaba mal, porque ellos la podían ayudar, pero Angelita a Isi le dijo que no  se los iba a contar.



Romina al ver que la gusanita en su obra se esmeraba planeó junto con sus amigas de arruinarla, el mismo día del festival para que así no le diera tiempo de nada arreglar.
Llegado el día de tan esperado festival los preparativos en la mañana comenzaron a impactar, allí nada era feo, pues habían rosas, bombones y un gran trofeo.
Angelita la gusanita se encontraba en su casa, muy triste y desconsolada pues no quería que de ella se burlaran, por eso decidió en su hogar quedarse para así mejor no causar ningún  desastre, le dijo a sus padres que estaba enferma y que al festival no podía ir ni que quisiera.

Isidora la mariquita a los padres de la gusanita llamó, para preguntar por qué su amiga no había llegado, al festival más esperado, los padres le dijeron que estaba enferma, y que no podía ir a dicho festín.
Isidora esto no se lo creyó  y sin permiso de su amiga la obra de Angelita al festival llevó.
ella a si misma se dijo:
- El talento de mi amiga tiene que ser reconocido, y Romina eso no impedirá, pues la maldad nunca triunfará, a mi amiga a su casa iré a buscar.
Isi la mariquita fue a la casa de Angelita y la forzó al festival llegar, porque le dijo que por sus sueños debía luchar, Isi la convenció y al festín la llevó .
Mientras tanto Romina se encontraba junto con sus amigas ejecutando su plan, para la obra de la gusanita arruinar, pero badabin y badabon, el plan del la hormiga no salió y trágicamente su propia obra arruinó.
Los artistas juzgaron y la obra de la gusanita decidieron que había ganado, a ellos les encantó cada uno de sus trazos y su manera de pintar, Angelita a los jueces logró  impresionar.

Romina se sintió muy mal, pues qué triste fue saber que no pudo ganar y todo por su malicioso plan, Romina la hormiga se arrepintió porque vio toda la maldad que a la gusanita le causó.
Ella vio lo malo que era ser cruel y a los demás juzgar pues eso no lo haría nunca más.
- Angelita te pido perdón por todo el mal que te ocasioné, sin duda nunca lo volveré a hacer.
La gusanita respondió:
- tranquila Romina, perdonada estás, espero que hallas entendido lo malo que es burlarse y afectar a los demás.
- Lo comprendo perfectamente pues a mí misma me dañé, jamás este error volveré a cometer.

Bueno amigos míos hasta aquí esta historia, espero hayan entendido la enseñanza notoria, nunca debemos juzgar, burlarnos ni afectar a los demás, pues a todos hay que comprender y amar, a pesar de nuestras diferencias que podamos tener, el compañerismo siempre debe prevalecer, recuerda siempre luchar por tus sueños a pesar de que te digan que no eres bueno, Angelita nunca se rindió y con la ayuda de su amiga su sueño se cumplió, si la gusanita lo hizo
¿por qué tu no? así que ve a trabajar por eso que quieres lograr y pronto verás  que tus sueños se cumplirán, pinceles y mucho arte, espero que este cuento haya llegado a encantarte.





                     










1 comentario:

 Hola profesores y compañeros de clase, el dia de hoy este grupo el cual esta conformado por Jensimar Marval, Jerenmy Bautista, Jairo Mijare...